A mitad de cuaresma, entre carnaval y Semana Santa, en Aniñón se celebra MATALAVIEJA. Desconocemos el origen de esta dulce tradición y tampoco sabemos su motivo, pero sí que es una costumbre centenaria en la que se entregan dulces a los niños. Los octogenarios y nonagenarios todavía guardan un grato recuerdo de este día y nos cuentan a veces en el mostrador de Panadería Arévalo que a ellos les daban nueces, alguna fruta, algún huevo… Lo poco que había, pero que era mucho.

Hoy en día la tradición apenas se conserva, pero en nuestra tienda seguimos entregando dulces a los niños, como se ha hecho toda la vida. Porque nos parece un gesto muy bonito, porque la ilusión con la que reciben los paquetes los niños no tiene precio y porque forma parte de nuestra cultura y nuestra identidad. Los productos como con todo han evolucionado pero si ha habido algo que siempre ha estado presente han sido las magdalenas y los bizcochos. Esta celebración infantil tiene un significado especial para los más pequeños encargados de recorrer las casas en busca de estos dulces.